sábado, 12 de febrero de 2011

Consuelo


 Durante el tratamiento me ocurrió todo lo que estaba previsto y aún más, porque nadie habló de sueños recurrentes.
Volaba altísimo sobre el mar, con los brazos abiertos, la ropa flameando como superhéroe. Cuando sobrevenía el terrible cansancio del vuelo, soñaba que era pájaro y seguía volando. Pero éste era uno con alas ajadas, al límite de sus fuerzas también, que  pronto buscaba inútilmente adónde posarse. Así, navegante agotado y ave maltrecha emprendían vertiginosa caída. Entonces, antes del desastre, yo siempre despertaba exhausto pero agradecido en la cama del hospital.
Cuando me empezó a crecer el cabello nuevamente parecía plumón, y por un tiempo me preocupé.

5 comentarios:

  1. Qué final, Monica, tan delicado como el plumón. Me toca cerca el micro, debe ser cosas de la edad, pero estoy rodeada de superhéroes como el tuyo, algunos caídos en el combate.

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  2. Que relato más bueno, me encantó Monica. Un abrazo.

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  3. Muy, muy bueno.
    Esa escapada onírica para los afectados por una terrible enfermedad, con un sueño en el que se denota la lucha, el casi desfallecimiento y la victoria.
    Felicidades, Mónica.
    Besos.

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  4. Muy bello y delicado. Un placer leerlo.

    Besos a pares.

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  5. Elisa, es un tema que me sensibiliza también.
    Esta es la primera mini que me seleccionaron en la Marina hace unos años, la trabajé con Lucía. Y así quedó. Agradecida por tu comentario.

    Isabel, Torcuato, Lola, muchísimas gracias por hacerme conocer sus impresiones.
    Besos y abrazos para todos.

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