Llegado el momento, el hermano Arturo, el Primer Elegido, el
guía catalizador de comunicaciones intergalácticas, aseguró con vehemencia que
estaban a las puertas de una nueva era de intercambio con otros seres allende
el espacio exterior, como había sido en los inicios. Que a muestra de buena voluntad proponía de
ahí en más un cambio en las tradiciones para restaurar lo injustamente olvidado.
Así, montado a la escalera metálica, en medio de fervorosos
aplausos, trocaba estrella por resplandeciente ovni en la cúspide del pino cuando ocurrió el estruendo.
—Volatilización por rayo —secretearon los investigadores del
fenómeno que dejó sin luz al barrio y sin guía a la Hermandad, en medio de
la algarabía general por la primera abducción en el grupo.
Escrito para y publicado en otra versión en el Especial Extraterrestres de Breves no tan breves 5/12/11
Ilustración tomada de la red.
Y asombrosamente... aún quedaban pinos!
ResponderEliminarMuy divertido, Mónica!
Abrazos,
Hola Mónica en estas fechas tan entrañables
ResponderEliminardonde compartimos alegrías,
deseo tengas unas felices navidades.
¡felices fiestas!.
un abrazo.