Para no desconocerla, diré que su postura es entendible. Absolutamente. Usted es el hijo -ve las cosas desde su óptica-, y no tiene la culpa. Nosotros tampoco, señor. Hemos hecho por su padre lo que ha estado a nuestro alcance. Pero hay un límite. ...Es inútil. Debe comprender que soy un empresario. Ésta es mi empresa. Brindo servicios, señor. Los mejores. Para eso he reunido un plantel altamente especializado. Y no voy a tolerar que por culpa de él todo se arruine, ¿me entiende? ...No me amenace, señor. Tengo las cosas en regla, y también un buen abogado. No doy marcha atrás cuando tomo una decisión y ya la tomé. Quiero que se lleve a su padre lo antes posible. Lo lamento, pero no existe alternativa. …No, no, tampoco admito que me suplique…, por favor. …Oiga, ¡basta! Escúcheme bien: los síntomas son inconfundibles. Tensión arterial por las nubes, palpitaciones, respiración agitada, cierta desconexión de la realidad, atención dispersa. ¡Ya no sabemos qué hacer con ellas! ¡Es la quinta enfermera que su padre enamora!
Este micro participa como finalista en el Concurso Minificciones en Cadena.imaginarteminificcionesencadena.blospot.com cuya frase inicial 'Para no desconocerla diré' era obligatoria. Muchas gracias a todos los que lo votaron.
La imagen ha sido tomada de la red.
Muy buena mini, con un más que divertido final. Yo agradecería un guiño de ojo en las primeras frases para sugerir muy sutilmente que la empresa es un hospital. Algo como "Hemos hecho por la salud de su padre lo que ha estado a nuestro alcance".
ResponderEliminarQuiero decir, la historia oculta debe dar un guiño en alguna parte en el inicio de la historia. No es hasta que estalla el director cuando uno se entera que está en un hospital. Sí, el desenlace es coherente con lo dicho y eso da un muy buen sabor de boca. Con ese guiño, de los que nos hace decir, ¿cómo no lo vi?, el sabor sería excelente.
Espero que esto pase inadvertido al jurado y tu mini gane el primer lugar.
Saludos :-)
Ay, José Luis, pensé que el título no dejaba dudas acerca de dónde se desarrolla la acción. En Argentina, los geriátricos son las instituciones que acogen a los ancianos cuando las familias no pueden hacerse cargo. También allí hay enfermeras, por supuesto. De ahí que el título da un contexto, ubica al personaje.
ResponderEliminarGracias por los buenos deseos (aunque no creo que gane: hay minis imbatibles en el concurso)y gracias por tan completo comentario con sugerencia incluida.
Un abrazo.
Pues mira que tienes muchísima razón, Mónica. A manera de disculpa, te diré que el cuerpo del micro me atrapó tanto que perdí la noción del encabezado.
ResponderEliminarImbatibles? Mira que en la historia han caído muchos :-)
Saluts!
Muy bueno, Mónica, y seguro que tus rivales también consideran tu micro imbatible. Yo al menos lo creería. ¡Ese final es de traca!
ResponderEliminarJosé Luis, me dejas más tranquila, jeje, sin disculpas de tu parte; quizá sea mi culpa: la ilustración separa mucho título y texto.
ResponderEliminarTal vez sea así, Elisa. Una siempre tiende a valorar más lo de los demás que lo propio. Gracias por tus palabras.
Abrazos para los dos.
Jajaja, mirá vos, el "viejito". Buen micro, Mónica, mientras lo leía pensaba cualquier cosa menos ese final (sobre todo, sabiendo cómo son aquí la mayoría de los geriátricos) Felicitaciones por el puesto que logró hasta ahora y esperemos que quede entre los primeros. Si no, igualmente es genial :)
ResponderEliminarJ&R
Genial, es muy bueno, yo soy incapaz de escribir sin enrrollarme, por eso me parece de un mérito enorme, te diré que para mí ya ha ganado.
ResponderEliminar¡Ay qué bonito final! Me parece una belleza de relato.
ResponderEliminarBesos dobles.
Mónica, resimpática mini. Una manera de exorcisar esos lúgares tan caros a nuestros sentimientos cuando tenemos o hemos tenido un viejo en ellos. Cariños
ResponderEliminarLucía
J&R, el micro juega precisamente con el prejuicio que tenemos de esos lugares y la idea de un viejo que se las trae. Quise darle un cariz ameno al tema. Gracias mil por pasar.
ResponderEliminarRuben, Lola, me alegra mucho que les haya gustado.Gracias por hacérmelo saber.
Lucy, sé que ya has andado por acá; te doy la bienvenida oficial al blog. Muchas gracias por dejar tu parecer. Y tenés razón: busqué darle al tema un giro ameno, jocoso.
Abrazos para todos!
muy bueno genial!
ResponderEliminarCelebro tu gran sentido del humor y la mirada esperanzada de lo que nos viene... nos pisa los talones... nos espanta. Como siempre una joya exquisita. Elsa Calzetta
ResponderEliminarAle, me alegra que te gustara. Gracias por hacérmelo saber.
ResponderEliminarGracias, Elsa, y lo que decís es cierto. Con puntos suspensivos y todo..., jejeje.
Un abrazo, maestra.
¡Genial! Buen giro final que te deja con la boca abierta y la necesidad de releerlo para atar cabos. Te sigo.
ResponderEliminarUn saludo,
Muchas gracias, Javier Domingo, y bienvenido al blog! Ya visitaré tu lugar.
ResponderEliminarUn abrazo.
buenísimo Mónica, impecable. Mis mejores deseos para el concurso!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Mónica, ahora veo por qué los textos me resultaron tan buenos: estabas vos, Patricia, Luisa e Isabel (a las otras dos autoras no las conozco), ¡qué bueno! Como ya dije en el fallo, tu texto me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, Gabriel, repito lo mismo que expresé en el blog de Imaginarte minificciones, has sido un lujo de juez. Atinado en el fallo y con sugerencias muy útiles a cada texto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bueno! Lo malo de enamorarte todos los días es que también todos los días sufres una ruptura, y no hay quien aguante tanta intensidad. Muy buen texto.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, Manuel. Saludos!
ResponderEliminarHe pasado casualmente y me ha gustado mucho la entrada, la encontré divertidisima...
ResponderEliminarcon tu permiso me quedo por aqui.
Un saludo.
Galatea, me alegra mucho que te haya gustado la entrada. Eres bienvenida al blog y regresa cuando quieras.
ResponderEliminarSaludos!