Una vez más todo está listo: cruz, clavos, corona de espinas, lanza. La espera impacienta. Sólo falta el mesías.
Esta hubiera sido mi contribución al Vendaval 2011, si no me hubiese equivocado de horario.
Imagen tomada de la red.
Esta hubiera sido mi contribución al Vendaval 2011, si no me hubiese equivocado de horario.
Imagen tomada de la red.
Pensaba hacer un repaso porque no te encontraba. Es que a los argentinos se nos complicó con la celebración del día del padre...Una pena que no hayas podido subir este micro brutal al encuentro.
ResponderEliminarNo esperarán demasiado, cuando el asesino está dispuesto cualquiera es buena víctima.
P.D.: También estoy leyendo a Alice Munro, Odio, amistad... Es muy buena escritora
Gracias por leer, Patricia. Yo me equivoqué:leí en Facebook que era las 17, pero era la hora de España, je. Eso por no fijarme en el blog. Cuando quise entrar, había terminado.
ResponderEliminarAlice Munro es excelente, me alegra que te guste también.
Abrazos.
Una vez más, felicidades por esta excelente mini.
ResponderEliminarUna pena que no llegaras empujada por el viento a la hora adecuada, el hiperbreve es buenísimo, todo dispuesto, solo falta el protagonista. Un abrazo.
ResponderEliminarTe he visto en el microrrelatista con un micro estupendo y aquí estoy.
ResponderEliminarEste micro es magnífico, es grandioso eso de que se espere al mesías con la tortura preparada...
Un placer haber llegado hasta aquí Mónica.
Si quieres puedes visitarme en http://quenomecansodeser.blogspot.com
Abrazos!!
Muy bueno. Y aquí queda, clavado con sus espinas y todo.
ResponderEliminarMil besos.
Mil gracias a vos, José Luis, que tenés mucho que ver con la forma de este micro. Un abrazo.
ResponderEliminarMaite, fue mi culpa, y además se complicó por las celebraciones del día del padre. Espero estar más atenta para la próxima. Muchas gracias por tus palabras hacia el micro.
Sucede, qué bueno que hayas llegado hasta aquí; te doy la bienvenida, y muchísimas gracias por los elogios. Ya visitaré tu lugar.
Lola, Sí, será mejor que no aparezca nunca. Muchas gracias por dejar tu comentario.
Abrazos fuertes a los cuatro.
Uf, qué duro, Mónica. Te deja impactado.
ResponderEliminarQué pena que no llegase al vendaval.
Un abrazo.