Bueno, Patricia, a ver..., tampoco es cuestión de andar desperdiciando oportunidades, che. Las posibilidades de que te pase lo del sapo son muy bajas, jejeje. Gracias por pasar, amiga.
Lola, hay todo tipo de princesas en la viña del Señor... Muy amable comentario. Gracias!
Me alegra que te haya gustado, puck. Y a tener cuidado! Muchas gracias por tus palabras.
¡Oh wow! Jajaja, de las docenas de variantes sobre sapos y doncellas que leí este año, esta es por mucho la mejor de todas -quizá la única auténtica-. Me gustó muchísimo, hasta me alegró el día. ¡Saludos!
Pobre sapito!
ResponderEliminarPor las dudas tomo nota: ante un beso inminente de un extraño, nada de cerrar los ojos agradecida.
Ni mucho menes de una extraña, ja ja.
Joya de mini.
Besos
Siempre hablando mal de los sapos y bien de las princesas y, mira tú qué malísimas son.
ResponderEliminarCuento reconstruido a la manera Mónica para sonreír.
Abrazos madrugadores.
Me encantaaaaa!!!! croack, croack.... no hay que fiarse de las jóvenes princesas jaja
ResponderEliminarSaludillos
Bueno, Patricia, a ver..., tampoco es cuestión de andar desperdiciando oportunidades, che. Las posibilidades de que te pase lo del sapo son muy bajas, jejeje. Gracias por pasar, amiga.
ResponderEliminarLola, hay todo tipo de princesas en la viña del Señor...
Muy amable comentario. Gracias!
Me alegra que te haya gustado, puck. Y a tener cuidado! Muchas gracias por tus palabras.
Abrazos fuertes a los tres.
Jajajajajajajjajaja, genial!! Pobre sapo!
ResponderEliminarJ&R
¡Puag! Por mala que sea la princesa no puedo evitar ponerme más en su lugar que en el del sapo. Se me ha atragantado el pobre bicho en la laringe.
ResponderEliminar:)
Muy bueno, Mónica.
J&R, me alegra muchísimo que les haya gustado. Gracias por pasar.
ResponderEliminarElisa, es que esta princesa tiene una faringe acorde; es lo que el sapo ignoraba, jeje. Gracias por pasar.
Abrazos a repartir como dice Lola.
¡Oh wow! Jajaja, de las docenas de variantes sobre sapos y doncellas que leí este año, esta es por mucho la mejor de todas -quizá la única auténtica-. Me gustó muchísimo, hasta me alegró el día. ¡Saludos!
ResponderEliminarBueno. Murió con lo creyó un beso.
ResponderEliminarBesos para ti también, Mónica.